Joven, Enrique
Lisboa, año 1618. Una carraca atestada de comerciantes, fugitivos, buscadores de fortuna, soldados y gente de toda clase y condición parte hacia los enclaves portugueses de la India y China. El destino final es Macao, la puerta de entrada al casi inaccesible Imperio chino. Entre el pasaje, un grupo de misioneros jesuitas cuidadosamente escogidos cargados de objetos de culto religiosos. Y también de numerosos libros científicos. Su objetivo último es convertir al catolicismo a doscientos millones de almas, comenzando por el todopoderoso emperador Wanli. El templo del cielo está basada en personajes y hechos históricos tan reales como sorprendentes.