Vereiter, Karl von
—Pinzas... —Compresas... —Torundas... —Dilatadores... Sí, las voces comunes en un quirófano, en cualquier quirófano del mundo. También las siluetas eran iguales; batas blancas, y bajo ellas, los delantales de goma para que la sangre no manche la ropa del cirujano; finos guantes de goma y mascarilla de gasa, cubriendo el rostro, atada a la nuca. Sí, todo parecía ser normal. Pero bastaba permanecer un poco allí para que, enseguida, se descubriesen las ondas diferencias existentes entre aquel lugar y cualquier otro quirófano. Porque en los quirófanos se lucha contra la Muerte. Y en aquel lugar, se colaboraba con ella, hasta se le daban facilidades. Porque hasta aquel lugar habían llegado, disfrazados también de cirujanos, el ODIO y el FANATISMO. Porque por encima de la gran lámpara que iluminaba la mesa de operaciones flotaba la siniestra CRUZ GAMADA. Porque en cada cerebro, en vez de los conocimientos de la Anatomía, de la Patología y de la Quirúrgica, se encontraban las implacables, las inhumanas leyes del NACIONALSOCIALISMO. Y, finalmente, porque aquel lugar, al que podría llamarse sencillamente. "QUIRÓFANO SANGRIENTO", era en realidad: Un "SS-KRIEGLAZARETT".