Grant, Maxwell
El vestíbulo del hotel Esparta estaba más concurrido que de costumbre aquella noche. Cliff Marsland, sentado en una de las butacas del vestíbulo, observó este hecho y escrutó con indiferencia los rostros de las personas presentes.
Para Cliff Marsland era evidente que se fraguaba un crimen. Hombre de aguda intuición, adivinaba tales indicios. Hallábase allí con objeto de vigilarlos. Una semana de residencia en el vetusto hotel había producido excelentes resultados.
Las personas que había en el vestíbulo podían ver a Cliff Marsland, como éste a ellas, mas su presencia no provocó ningún comentario de parte de los concurrentes.
Tomaron a Cliff por lo que no pretendía ser, un gangster de lujo, millonario, habitual fisonomía de los bajos fondos. Poseía unas facciones firmes y bien modeladas. Su cabello rubio y sus ojos azules y chispeantes dábanle el aire de un atleta más bien que el de un gangster.