Shalev, Meir
Aquel día, el 6 de febrero de 1950, nevó en el fértil valle de Jezreel, y Moisés Rabinovich taló furiosamente un eucalipto secular. Para los habitantes del pueblo, un objeto simbólico, pero para Moisés, el instrumento de un destino trágico. Con este episodio comienza la historia de Zeide, que con su propia voz acompañará al lector en un sugestivo viaje por el recuerdo. En el núcleo de la narración está Judit, su madre, una mujer fuerte e independiente que esconde un enigmático secreto. Y en el escenario se alternan tres figuras masculinas muy distintas entre sí: son los hombres que no sólo se disputan el amor de Judit sino también se atribuyen la paternidad de Zeide, de quien se ocupan generosamente.
Mezclando voces y episodios, pasado y presente, Meir Shalev —uno de los mayores representantes de la literatura israelí actual— ha creado una trama rica en relaciones personales, en historias que se entrecruzan para construir un mosaico existencial en cuyo centro surge el misterio de Judit, siempre huidiza e inalcanzable. Conducida por la idea de un destino ineluctable, donde la ironía y el romanticismo se entremezclan con la comicidad, la novela avanza con un ritmo ligero que aparece punteado por los sonidos, los perfumes —inolvidables los de las exquisitas comidas que Jacob, uno de los supuestos padres, le prepara a Zeide— y los sucesos de un microcosmos rural que se transforma en emblema universal. Elogiada unánimemente por la crítica de Francia, Alemania, Italia, Inglaterra y Estados Unidos, que ha destacado su humanismo conmovedor, es ésta una de las mejores obras de un reconocido maestro de la narrativa.