Grant, Maxwell
Una luz suave y misteriosa se esparcía por el cuarto de negras paredes. El resplandor tenía un tono purpúreo y sus rayos centrábanse en un solo rincón, donde reflejaban la reluciente tapa de una mesa.
El aposentado permanecía sumido en un silencio completo. Semejaba un cuarto de muerte; y lo más misterioso de todo era la figura espectral que se hallaba sentada a la mesa.
Vestido con una capa negra como el azabache y oscurecidas las facciones por las anchas alas de un sombrero negro, el personaje presentaba las características sobrenaturales de una aparición.
¡La Sombra se hallaba en su santuario!
Envuelto en la oscuridad, este ser fantasmal esperaba un mensaje del mundo exterior. Las paredes mismas de la habitación donde se encontraba La Sombra parecían fundirse en la nada.