Mallorquí, José
El sol cegaba con sus últimos rayos a los tres negros jinetes que acababan de volverse por última vez hacia el Rancho de los Olmos.
Marchaban lejos de aquellas tierras que con su intervención habían sido pacificadas. Dejaban atrás la aventura, la emoción de la lucha y del deber cumplido y, guiados por aquel sol que parecía marcarles una meta, los «Tres» se alejaban hacia nuevas luchas, nuevas emociones, nuevos territorios donde imponer su ley.