Volkoff, Vladimir
«Albino Luciani fue elegido papa el 26 de agosto de 1978 y tomó el nombre de Juan Pablo I. Fue consagrado el 3 de septiembre y murió el 28 de ese mismo mes. El día 6 concedió una audiencia al arzobispo Nikodim, metropolitano de Leningrado. Fue una entrevista que se mantuvo totalmente en privado y en la que, al parecer, se habló en francés, única lengua común a ambos interlocutores. El arzobispo murió repentinamente en brazos del papa, que le dio la absolución. Tras el suceso, Juan Pablo I declaró: “Jamás escuché palabras tan hermosas sobre la Iglesia. No puedo repetirlas porque constituyen un secreto”. La relación entre los dos fallecidos parece haber escapado extrañamente tanto a los periodistas como a los historiadores, lo cual no les ha impedido emitir una serie de hipótesis sobre la muerte del papa. En algunas de ellas se formulaban acusaciones injustificadas; en otras, se escamoteaban hechos turbadores. El cometido del novelista es diferente, pues consiste más en imaginar lo probable que en descubrir lo desconocido».