Pérez De La Puente, Virginia
Issi, una mercenaria, camina por un campo de batalla cubierto de cadáveres tras una batalla. Han pasado tres días desde Elleri. Las tropas de Svonda y Thaledia se han desafiado nuevamente tras casi seiscientos años de guerra incesante, esta vez en los Llanos de Khuvakha. El amanecer que sigue a la pelea es cruel: sombras y tinieblas, sangre y silencio…, y el Símbolo. Entre los muertos hay una niña moribunda. Cuando se inclina para verla, sorprendida, la niña posa un dedo en su frente e incrusta mágicamente en su piel un símbolo plateado, el Ã?i, antes de morir. Pronto empiezan a suceder cosas inexplicables relacionadas con la muerte, que le provoca un placer casi sexual. Issi comprende que no puede ignorar el Signo, puesto que el Signo no se deja ignorar, otorgándole un poder que no desea. Y poco a poco el Signo se va revelando como algo mucho más poderoso, y mucho más terrorífico, que el simple dibujo que al principio había creído que era. Entretanto, los reyes de Thaledia y Svonda están muy interesados en localizarla, uno para hacerla desaparecer, el otro para utilizarla, mientras ellos mismos, sus nobles y otros dirigentes bregan en un soterrado juego de dominio. La guerra entre los dos países y las alianzas con sus vecinos, las luchas internas y el juego político de los dirigentes y nobles de las cuatro naciones, el conflicto bélico, reflejan el conflicto que enfrenta a la Vida con la Muerte y que es, en definitiva, el centro de la novela: la inevitabilidad de la Muerte y su unión inextricable con la Vida, que las convierte en enemigas y, al mismo tiempo, en hermanas.