Stone, Nick
Max Mingus, detective privado y ex policía, acaba de salir de la cárcel después de cumplir una condena de siete años y acepta un nuevo encargo: buscar al hijo de un acaudalado empresario haitiano que ha desaparecido misteriosamente en el transcurso de una reyerta en pleno centro de Puerto Príncipe. Mingus viaja a la isla caribeña, sumida en el caos político, tras el derrocamiento de Bertrand Aristide y sometida al control de las tropas de ocupación norteamericanas y a las fuerzas de paz de la ONU. Allí, el ex detective se encontrará en un mundo tan extraño como hostil, confuso y amenazador, en el que la miseria y el odio campan a sus anchas y en el que nada es lo que parece. Antes que él, otros tres investigadores han intentado encontrar al hijo de Allain Carver, y los tres han tenido un final terrible: al primero, amigo de la familia, murió asfixiado con sus propios genitales; del segundo nada se sabe; y en cuanto al tercero, viejo conocido de nuestro protagonista, malvive entre excrementos y alcohol en una vieja caravana aparcada en un sórdido camping de Miami, incapaz de retener sus fluidos tras haber sido sometido a una terrible operación quirúrgica en Haití y despachado a Estados Unidos después de dos meses inconsciente. A pesar de las negras perspectivas, Mingus viaja a la isla y allí es recibido por Chantale. Entre ellos se inicia una relación extraña en la que la sospecha disipa los deseos contenidos del detective. El peligro acecha en cada esquina, todo resulta amenazante y Chantale no es una excepción a pesar de su aparente profesionalidad. Un encuentro con la familia Carver terminará por demostrarle que algo no marcha bien en esta historia; es mucho más lo que se oculta que lo que le ofrecen.