Anónimo
Alicia es una adolescente sin más problemas que los habituales en su edad: está descontenta con su físico y obsesionada por la falta de popularidad entre sus compañeros. Pero ella lo vive con un sufrimiento intenso. Tan sólo encuentra consuelo en la escritura de su diario íntimo. Cuando por fin alguien la invita a una fiesta descubre que las drogas le permiten desinhibirse y superar, aparentemente, sus dificultades para relacionarse. Inicia así un viaje al infierno de la adicción, presidido por una doble angustia: la que le producen los fracasos de sus intentos por desengancharse y la que se origina en la incomprensión flagrante de su familia que nunca llega a entender el alcance de la tragedia que Alicia está viviendo.