Shan, Darren

La Muerte estaba en las cartas aquel día, pero ¿en las nuestras o en las de la pantera?Las panteras negras en realidad son leopardos. Si las miras de cerca, puedes ver unos tenues puntitos que se entremezclan en su piel. Pero créeme: ¡salvo en un zoo, nunca querrías estar tan cerca de una pantera! Se cuentan entre los mayores asesinos de la naturaleza. Se mueven rauda y silenciosamente. En un combate cuerpo a cuerpo, casi siempre salen victoriosas. No puedes escapar corriendo, porque son más rápidas que tú, ni tampoco trepando, porque también trepan mejor. Lo mejor es no cruzarse nunca en su camino, a menos que seas un cazador experto en caza mayor y hayas venido armado con un rifle.Harkat y yo nunca habíamos cazado una pantera, y nuestras mejores armas eran unos cuantos cuchillos de piedra y un largo bastón de punta roma que servía de garrote. Aun así, allí estábamos, al borde de un foso que habíamos cavado el día anterior, contemplando al ciervo que habíamos atrapado y que estábamos usando como cebo, esperando a una pantera.

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