Yerby, Frank
Nacido en una barraca, en Natchez, al pie de la colina, allí donde residían ladrones, estafadores, hombres rudos y mujeres de fama dudosa. Ross Pary, cuando regresó del extranjero en 1850, se había fijado una meta tan amplia como el mismo horizonte: escalar a Natchez, vivir en la cima de la colina, donde en lujosas mansiones moraban con sus damas los principales plantadores. Menos de una milla había entre aquellos dos mundos, pero humanamente era una distancia que solo sería capaz de salvar un hombre para quien lo imposible no tuviera importancia.