Kirst, Hans Hellmut
La noche de los generales, de Hans Hellmut Kirst. Varsovia, 1942. En los momentos más duros de la ocupación alemana, con el asedio al gueto judío, una prostituta ha sido salvajemente asesinada. Mientras un vecino visitaba el lavabo comunal de su bloque, oyó sus terribles gritos y pudo a través de un hueco de la desvencijada puerta cómo por la escalera bajaba alguien al que sólo puede identificar por sus ropas, el uniforme de un general alemán. Un oficial de policía de la Wehrmacht, el pertinaz mayor Grau, al que poco le importan las veleidades de los tiempos de guerra para esclarecer un caso, decide creer al testigo polaco e iniciar su pesquisa. Aquella noche sólo tres generales alemanes no tienen coartada: von Seydlitz-Gabler, el nervioso general Kahlenberg, jefe directo de Grau, y el altivo y prestigiado general Tanz. Al poco, Grau es convenientemente destinado a París, donde dos años más tarde todos vuelven a coincidir y nuevamente se produce otro asesinato similar. Ahora el mayor sabe que uno de esos generales es un asesino en serie, pero todo un complot para matar a Hitler volverá a apartarle, esta vez de forma trágica, de la solución del caso. La obra más popular de Hans Hellmut Kirst, llevada al cine en 1967 por Anatole Litvak, es una excelente trama de intriga y asesinato que se alarga hasta décadas después de la guerra, donde se mezcla de forma admirable y poco usual la ficción policíaca con hechos históricos (la destrucción del ghetto judío de Varsovia y, sobre todo, el famoso complot de julio de 1944 para matar a Hitler). No exenta de la visión mordaz y el humor impasible de Kirst, La noche de los generales tiene un planteamiento documental que parece presentarnos un caso rayano con alguna verdad oculta y nos plantea magistralmente el tremendo dilema moral sobre la vida en tiempos de guerra y en tiempos de paz.