Gibson, Rachel
Georgeanne Howard tiene un único objetivo en la vida, esa dura vida que la ha tocado en suerte, una vida a sus espaldas sin nadie más que una abuela que la quisiese de verdad.
Su objetivo es parecer normal.
Si como leéis.
Normal.
Y es que desde pequeña es diagnosticada de dislexia, aunque es tratada como si hubiera sido diagnosticada de oligofrenia más bien. Se siente poca cosa, tonta, atolondrada y es que la verdad es que se comporta como tal y así ocurre cuando se le ocurre casarse con el vejestorio dueño del equipo de Hockey de los Chinooks.
Arrepentida en el último momento, no se le ocurre otra cosa que huir junto a la superestrella del equipo, John Kowalsky, el más borde de la pista, para escapar de una boda que no desea. Atrapados por el deseo mutuo y tras unas noches de pasión, John, se la quita de encima para no verla más antes de que ese músculo que se oculta bajo su esternón, más conocido como corazón, le comience a latir como si tuviera vida, y no en estado latente que es como lo tiene.
Años después, el reencuentro de los dos saca a la luz la existencia de una hija de ambos, entablándose una batalla por esa niña, una batalla que más que alejarlos no hace sino que realmente se conozcan retomando las cosas tal como las dejaron siete años atrás_