Krajewski, Marek
El suboficial mayor Eberhard Mock se incorporó y abrió los ojos. Estaba sentado en el bosque, desnudo, y envuelto en un viejo capote raído. Con la resaca, no se explicaba cómo había acabado así. Pero Mock sabe que, si a uno le gusta beber, hay ciertas cosas que es mejor no explicarse. Lo único que le interesa ahora mismo son las mujeres, y especialmente las mujeres por las que se puede interesar un policía de la sección antivicio. El capitán Heinrich Mühlhaus, de la Brigada Criminal de Breslau, reclama a Mock para que identifique a dos de ellas, que han aparecido estranguladas con un cinturón. A las dos le han arrancado un diente con un alicate. Y el macarra para el que trabajan, el Pequeño Max, ha desaparecido. Mühlhaus ha estado investigando a Mock, y quiere que sea él, "un depredador", quien investigue los asesinatos.