Eddings, David
Belgarath, Seda y Garion se dirigen hacia Mallorea, región donde se halla la Ciudad de las Tinieblas, así llamada porque el perverso dios Torak la destruyó y la cubrió con una perpetua nube negra. Entre las ruinas desmoronadas, sólo queda en pie la base de una torre de hierro, la cripta donde Zedar vela el sueño de Torak. Durante el viaje, los compañeros han de superar un sinfín de dificultades, pero la más grave es su encuentro con los morinds, un pueblo de clanes nómadas que suele matar a los extranjeros que atraviesan sus tierras. Belgarath sostiene un duelo mágico contra un morind. En el combate, ambos crean «apariciones» de demonios, monstruos con tres o cuatro ojos, siete manos, cientos de dientes, cuerpos cubiertos de escamas... Si alguno de los dos contrincantes titubea durante la lucha, el demonio o el monstruo se libera y destruye al hombre que lo creó. Así sucede con el rival de Belgarath que muere a manos de la «aparición» a la que dio vida. Cuando por fin llegan a Cthol Mishrak, la Ciudad de las Tinieblas, se produce el catastrófico enfrentamiento entre Garion y Torak, para que una vez más se cumpla la profecía. Con este apasionante quinto volumen acaba la colección las Crónicoas de Belgarath, pero el camino queda abierto, de modo que los intrépidos personajes podrán vivir nuevas aventuras en la próxima serie que se titulará Crónicas de Mallorea.