Yarbro, Chelsea Quinn
En un futuro de furiosa banalidad, la humanidad se halla embotada a todo excepto los más potentes estímulos. El cine, el teatro, la televisión, los libros, fracasan en conseguir saciar el hambre de diversión de las masas. El ser humano desea más..., desea soñar.Y es entonces cuando aparecen los Sueños. Concebidos originalmente como una herramienta psiquiátrica, las grandes compañías no tardan en ver su potencial como espectáculo de masas. Y los gobiernos tampoco. Así se inicia la escalada. Las grandes cadenas de comunicación ven los enormes beneficios que puede reportarles este nuevo medio de contar historias a la gente; los gobiernos ven la posibilidad de cargar los Sueños con mensajes subliminales que les permitan controlar a una cada vez más anárquica población.Y así, en aras de esta nueva industria, los Soñadores Sueñan sus Sueños para las hambrientas masas. No importa que a los pocos meses se queman, convirtiéndose en meros desechos humanos capaces sólo de soñar aberraciones. Porque también hay un mercado para ellas: el mercado negro...