Wynn, Patricia
Huyendo de un visitante no deseado, Cecily Wolverton se vio obligada a viajar en el coche del Correo Real para llegar a la mansión de su abuelo. Pero habría podido jurar que el cochero se comportaba con los modales de un auténtico caballero.Para su sorpresa, un mes más tarde, el "cochero" fue llevado a la mansión con una pierna rota. Aunque intentó seguir representando su papel, Cecily tenía muchas razones para sospechar que no era lo que aparentaba. Con todo, Cecily se alegraba de su compañía, especialmente cuando su vil primo llegó a la mansión con una engañosa declaración de amor. Había llegado a depender de su misterioso invitado, aunque no se atrevía a analizar el porqué.