Twain, Mark
En 1909, Mark Twain le envió una carta a un amigo en la que le hablaba en confianza de lo último que había escrito: este libro no saldrá jamás. Es imposible porque se consideraría una ignominia.
Tomada en su conjunto, la obra de Twain quien, junto a melville, está considerado el gran novelista americano, es una colosal sátira de la naturaleza humana. En el caso de los escritos irreverentes, recurrió a un género que algunos críticos denominaron pseudo-historia. Las pequeñas diatribas bíblicas que lo componen, escritas entre 1870 y 1909, evidencian el profundo escepticismo religioso de Twain.
El libro que tenemos en las manos oculta bajo su burlona fachada un humorístico y mordaz ataque a los valores establecidos, y es la muestra de una inteligencia superior, que no deja títere con cabeza. Al salir a la luz en estados unidos, este libro produjo una verdadera conmoción y estuvo durante meses en la lista de libros más vendidos.
De todos los escritores del mundo, quizá sea Mark Twain quien más se haya divertido contando lo que quería contar. Por eso el lector disfruta tanto con su implacable versión de la estupidez, la arrogancia, la ostentación y el disparate generalizado de la humanidad. (Chicago Sun Times)