Tolstói, León
La madre de Mashenka ha muerto. Hace algún tiempo había sucedido lo mismo con su padre, de suerte que ha quedado sola, encargada de Sonia –su hermana menor- y apenas guiada por Katia, la institutriz. Mashenka tiene 17 años y debido a este triste panorama se muestra circunspecta y sin expectativas. Pero he aquí que un día cualquiera visita su casa Serguei Mijailovic, un antiguo amigo de su padre, a la sazón, encargado de algunos de los asuntos legales de la familia. Ella lo recuerda con agrado, aunque han pasado más de seis años desde la última vez en que se vieron. Será él, con su humor e inteligencia, el que saque a la muchacha de su retraimiento y la inste a continuar con su vida.