Border, Maria
No conocían el amor, nadie se los había enseñado.
Ella era un remplazo y él debía cumplir con su deber.
El hombre no pedía sumisión, reclamaba fidelidad.
No prometía amor, ofrecía respeto.
Rose y Stella eran las hijas de los señores Winters. Rose, la mayor y en edad de ser ofrecida en matrimonio, es solicitada por el único hijo de los Ferguson.
Cuando los Ferguson quedan en la ruina; el Señor Winters ignora el compromiso contraído con ellos, y casa a su hija mayor con otro hombre. Pero para evitar reclamos, ofrece a Stella en su lugar.
La historia recorre los intereses y desconsideraciones, a las que se veían sometidas las jóvenes de la época, donde sus deseos no eran tenidos en cuenta y el amor no era la razón para convertirlas en esposas. Partiendo de esa premisa, ambos sellarán un pacto de respeto para poder comenzar su vida en común.