Alberca, Fernando
Es sabido que Albert Einstein fue considerado por sus profesores como un mal estudiante, no consiguió ingresar en la Escuela Politécnica de Suiza para ser ingeniero y pasó desapercibido en la oficina de patentes de Berna en la que trabajó. Hubiera terminado allí su historia si no hubiese sido por personas que influyeron fuertemente en él: un profesor de matemáticas que creyó en sus capacidades y le dejó asistir a sus clases como oyente, pese a no haber aprobado el examen de ingreso en la Universidad; su padre adoptivo, que le quiso por lo que era, una persona única e irrepetible; o un amigo que le prestó revistas de divulgación científica que le apasionaron. Es decir, recibió estimulación, motivación y confianza. El autor de este libro, especializado en temas de educación, considera que son muchos los talentos que quedan perdidos en el sistema educativo. Son muchos los niños con malas notas y poco rendimiento escolar que tienen importantes capacidades. Una motivación adecuada puede conseguir un uso más eficaz de la infinita inteligencia que todos poseemos, pero que no utilizamos más que en una pequeña parte, de la misma manera que el convencimiento de nuestra incapacidad merma considerablemente nuestras posibilidades. La motivación, el esfuerzo y la autoestima intervienen de forma decisiva en el desarrollo de las personas y los padres y educadores son los primeros responsables. El libro ofrece también estrategias para aumentar la concentración, la atención, potenciar la memoria, aumentar la compresión lectora o manejar el estrés antes, durante y después de los exámenes.