Castresana, Luis de
Ana, hija de don Santiago que es el señor de la torre, se enamora de Martín, el hijo del dueño de la ferrería. Pero Martín se va a la Corte, porque su madre quiere que se refine y olvide los modales de un ferrón. Ana languidece. Ceferina, su criada, sufre con el dolor de su ama. ¿Será la solución recurrir a Hilaria, la bruja, para conseguir que Martín regrese? Poco tiempo después de las primeras visitas a Hilaria, Ana se transforma y su quebrantado corazón se vuelca en un extraño universo: pocimas, ungüentos, bebedizos y como aturdidos colofón, los aquelarres. Todo ello por recuperar a MartínFinalista premio Planeta 1970