Brown, Russell A.
Poco tiempo antes de iniciarse el proceso que le confinó en la cárcel de Reading, Oscar Wilde requirió la ayuda de Sherlock Holmes para salvar a su misterioso amigo del oprobio y la tragedia.
Londres, finales del siglo XIX. Oscar Wilde, con problemas legales derivados de su orientación sexual, se pone en contacto con Sherlock Holmes para contratarle para que ayude a un misterioso amigo suyo, cuya identidad no ha de ser revelada, que se encuentra en apuros. Inicialmente ni Sherlock ni el omnipresente narrador, Watson, están por la labor de acceder a las peticiones de Wilde, máxime teniendo en cuenta que eso implicaría tener que introducirse en un mundillo que poco o nada les interesa. Pero algo cambia y finalmente acceden a llevar el caso...