Malo, Blas
¡Al-Ándalus! En Madinat Garnata, año 748 de la Hégira, un solo hombre soporta sobre su espalda todo el destino del último reino musulmán en Occidente. Ibn Zamrak, visir de Muhammad V, lucha de sol a sol por mantener el frágil equilibrio de alianzas del reino nazarí con los reinos cristianos al Norte y el reino de los meriníes al Sur, mientras en sus largas noches de insomnio medita los versos que embellecerán las paredes del nuevo palacio de la Al-Hamra.
Pero las sombras de su pasado son alargadas y sus enemigos numerosos. Las manos y el alma del visir están manchadas de sangre y las arenas del desierto al otro lado del mar guardan el único secreto que puede destruirle.
A muchas millas de de allí, en las canteras de Al-Mariyyat, en las frías mazmorras de Qalat Yahsub y en el harén de los señores meriníes de Fez, Ahmed, Abdel y Aixa, víctimas del visir, indagarán ese secreto, en el que su familia se vio involucrada muchos años atrás, y buscarán su venganza contra Ibn Zamrak, político, visir, poeta y conspirador, el hombre cuya poesía, como su ambición, no conoció límites.