Bevilacqua, Alberto
Dos juventudes se funden en esta nueva novela de Alberto Bevilacqua: la de Zelia Grossi, memorable figura de mujer contemporánea, y la emblemática de una sociedad cuya historia —declara la protagonista— «fue mantenida en secreto y que he conocido viviendo sus mil aventuras». Zelia, como personaje, tiene un doble registro. En el primero, proyecta una vicisitud individual: viaja de una realidad a otra; su irracionalidad psicológica es exasperada, desde la infancia, por los regímenes coercitivos a los que es sometida. Pero aunque el mundo de los otros la sacrifique a razones insolentes y brutales, controla con lúcida naturaleza ideas y sentimientos, usa la inteligencia y la irreverencia de su tierra, a la vez que el sarcasmo y la capacidad fantasmagórica. Aun situada en el centro de la inmoralidad pública, tiene en cuenta, con el debido desapego, que el absurdo existe y que la Luna tiene siempre dos caras; carente tanto de cinismo como de sentimiento de culpabilidad, demuestra que el verdadero escándalo nace sólo de quien, con una corrompida hombría de bien y una falsa moral, no ofrece a los hombres otras posibles elecciones. En el segundo registro, por el contrario, Zelia es la metáfora de un personaje más vasto y de sus normas de vida: el mundo de los habitantes del Valle del Po.