Ryan, William
En una iglesia desacralizada, el cuerpo de una joven sin vida es hallado en el altar. El caso es asignado al capitán Alexei Dimitrevich Korolev —que por fin empieza a saborear los beneficios de su éxito en la División de investigación criminal de Moscú—. Tras descubrir que la víctima es una ciudadana norteamericana, el NKVD —la organización más temida en Rusia— decide dirigir las indagaciones. A partir de ese momento, Korolev es seguido bajo un férreo escrutinio. Sabe que cualquier movimiento en falso podría significar su exilio forzoso a las gélidas tierras siberianas, el lugar al que los enemigos de la Unión soviética, tanto reales como imaginados, son desterrados. A pesar de ello, Korolev no cesa en el empeño de descubrir al culpable, entrando en contacto con los cabecillas de los bajos fondos moscovitas. A medida que se suceden otros asesinatos, Korolev siente una creciente presión por parte de sus superiores y se cuestiona en quién puede confiar. Se pregunta quién, en esta Rusia en la que reina el miedo, la incertidumbre y el hambre, se halla detrás de los crímenes. Korolev ve entonces peligrar, no sólo sus ideales morales y políticos, si no también su propia vida.