Stine, R. L.
Algo horrible está pasando en el Pantano de la Fiebre. Algo verdaderamente horrible. Empezó con los extraños aullidos por la noche. Después apareció el conejo descuartizado. Todos piensan que el culpable es el perro de Grady. Después de todo tiene el aspecto de un lobo, un aire un poco salvaje. Pero Grady sabe que su perro es normal y corriente. Además, la mayoría de los perros no aúllan a la luna, no desaparecen a medianoche ni se transforman en criaturas terroríficas cuando hay luna llena. ¿O quizá sí?