Stine, R. L.
Sue y su hermano Eddie están en Londres de visita turística, cuando les surge un pequeño problema: han perdido a sus compañeros de viaje. De momento aún no hay razón para asustarse. El guía del grupo no puede haberse marchado tan tranquilo, dejándolos abandonados. Pero ellos se ven completamente solos, en esa lúgubre y vieja torre que es una prisión. ¿Habrán quedado encerrados, después del anochecer, donde reinan esos inquietantes ruidos y… donde se mueve esa extraña y misteriosa figura que los quiere ver… muertos?