Reynolds, Maya
La tímida asistente social Sandy Davis sólo tenía un vicio: al oscurecer, espiaba a sus vecinos durante sus momentos más desinhibidos.
Noche tras noche, detrás de cada ventana, en cada dormitorio anónimo, Sandy encontraba material para sus fantasías más salvajes.
No hacía daño a nadie. Era sólo un juego. Nadie se iba a enterar.
Hasta que una noche sonó el teléfono… \'-Has sido una niña mala.\'
Él se hace llamar Justice, y también tiene una afición: observar cómo Sandy observa a los demás. Tiene fotos que lo demuestran.
...Ahora le toca jugar a él.