Fredriksson, Marianne
La amistad en su forma más auténtica y profunda, y el poder de los recuerdos, aquellos que nos obligan inevitablemente a reflexionar sobre nuestras propias vidas, son el tema central de esta novela, la obra más reciente de Marianne Fredriksson tras el fenomenal éxito obtenido con Las hijas de Hanna.
En la Suecia de los hermosos lagos y la larga oscuridad invernal, Inge conoce a Mira, una exiliada chilena con quien tiene muchas cosas en común: ambas han sacado adelante a sus hijos en solitario y viven ahora un vacío de identidad al tener que reanudar sus vidas. Sin embargo, a medida que los primeros contactos dan paso a una relación más estrecha, salen a relucir las diferencias. Inge es una mujer culta y obstinadamente racional, cuya inmutable amabilidad constituye un obstáculo para establecer vínculos con los que la rodean. Mira, por el contrario, es temperamental y directa, una auténtica superviviente de una doble dictadura, la política y la matrimonial. Y es precisamente la diversidad de sus orígenes y de su forma de ser el elemento que las obligará a enfrentarse con sus respectivos pasados. Así pues, aunque Mira se niegue a recordar e Inge lamente tener tan pocos recuerdos, la exigencia de una sinceridad absoluta como fundamento indispensable de la amistad pone en marcha un mecanismo de reconciliación con el pasado. La búsqueda de una hija desaparecida en Chile, los fracasos matrimoniales, todos los secretos mejor guardados han de salir a la luz.