Gores, Joseph N.
De Bart Helsip, coprotagonista con Larry Ballard de esta novela, pueden decirse muchas cosas; es más, su autor lo ha definido con palabras y a través de su comportamiento. Recordémoslo: Bart Helsip es negro, musculoso, de gran envergadura, especialmente inteligente y preciosista. Cree en la ley sin solemnidad y es fundamentalmente honesto. Además tiene una novia, Corinne. También negra. Dan Kearny, propietario de la agencia de detectives para la que Helsip trabaja, sabe que éste se mueve en los ambientes negros con soltura y sentido del mimetismo.
Pues bien, en Esquinazo Helsip comienza una rutinaria investigación sobre un vehículo impago, lo recupera ganándose improperios a los que está acostumbrado (la víctima es racista) y la oscuridad. Aparentemente ha tenido un accidente y está en coma. El período máximo que podrá resistir en ese estado es de 72 horas, después será irreversible. Ese es el tiempo de que dispone Larry Ballard, que en el momento en que se desarrolla esta historia tiene veinticinco años de edad, para atrapar al supuesto agresor. Kearny sigue de cerca la investigación. Lo curioso de todo esto es que Bart Helsip, el protagonista, duerme durante todo el libro.
Como el argumento consiste en narrar la investigación que se lleva a cabo sobre sus pasos previos al golpe que le hizo perder la conciencia, bien podemos afirmar que se trata quizás de una de las pocas novelas policiales donde el protagonista está sin estar, está en coma, quizás se muera y no obstante, cada vez sus posibles e improbables pasos cobran mayor importancia.