Blish, James
El hombre inventa. El hombre descubre. El hombre recrea. El hombre destruye... De la inocencia del descubrimiento y de ese momento maravilloso en que la teoría se vuelve realidad práctica, surge un monstruoso horror. Crece, se multiplica y degenera hasta alcanzar el supremo terror. He aquí el terror de un laboratorio destinado a crear una nueva generación más fuerte, más sabia y de más larga vida... He aquí el horror fabricado en una oficina de relaciones públicas el mismo día en que se descubre la primera vida interplanetaria. Sólo un gran maestro de la ciencia-ficción como James Blish podía haber llevado a un libro como éste todo el asombroso realismo del infierno repentinamente fraguado en probetas y mesas de conferencia.