Rizal, José
Este libro que tiene el lector en sus manos le ha costado la vida a su autor, José Rizal, que fue fusilado por los españoles en Filipinas en 1896. Se trata de una novela profundamente anticlerical que refleja con dramatismo pero también con humor e ironía la vida provinciana y opresiva de aquella colonia en el pasado siglo XIX.
Apenas dos años después de la ejecución de Rizal, España perdería sus posesiones de ultramar. El joven heredero filipino Crisóstomo Ibarra, regresa al archipiélago tras unos años de formación en Europa, habiendo pasado algún tiempo en Suiza y en España. La muerte de su padre en la cárcel y las circunstancias de su entierro despertarán en el hijo un sentimiento de odio hacia el omnipotente padre Damián que acabarán por acarrear su perdición. Una historia sorprendentemente parecida a la del propio Rizal.
Noli me tangere es una novela realista que tiene el sabor exótico de los ambientes bulliciosos de la Manila decimonónica, donde las señoritas españolas o nativas pierden las chinelas en el barro al atravesar las calles abarrotadas de palanquines, carromatos y mercaderes chinos. Al parecer, en aquella época los comercios chinos se contentaban con invadir las Filipinas.
Pero hay algo más. En Noli me tangere se percibe el amargo descontento de su autor con la labor de las misiones religiosas en su tierra. Allí los franciscanos y dominicos habían creado una especie de sociedad teocrática desde hacía siglos. En medio de un imperio sui generis como fue el español, Filipinas fue un experimento colonial único, con sus bondades y miserias. Rizal, ilustrado y masón, denuncia los excesos clericales de los frailes, lo que le causa de inmediato la inquina del poderoso estamento religioso. Este desencuentro, unido al de otras incomprensiones con las autoridades civiles, le valen la persecución y el destierro.