Otero Silva, Miguel
Como una metáfora del sentido de la resurrección, que supone un nuevo comienzo de todo lo que ya ha sido, La piedra que era Cristo vuelve a contar la vida de Jesús de Nazaret por primera vez. Todo es nuevo en esta novela: el ambiente, las parábolas, el suplicio, la fe, la angustia y la pasión, porque el autor ha logrado narrar los complejos eventos desde dentro del alma de los personajes.Sin quitarle peso a la figura de Cristo, Miguel Otero Silva nos muestra cómo el anuncio y llegada del Mesías trastocaron de un modo dramático la vida de aquella gente sencilla: pescadores, artesanos y pastores que habitaban los parajes a donde Jesús llevó su prédica. Pero también asistimos al estremecimiento espiritual de figuras sublimes como Juan El Bautista, cuya biografía viene a ser gran tragedia dentro de la novela y nos asoma a las miserias de un orden despótico que se imponía sin piedad al mundo entero. De este modo, aquellos que fueron testigos de las horas del Hijo del Hombre, adquieren para el lector una vida íntima que queda expuesta en su humanidad más sentida.Nada, por otra parte, ha sido alterado; el relato es fiel al evangelio, mientras que el lenguaje rescata, incluso, el tono arcaico de la Biblia y la musicalidad propia de su estructura narrativa. Gracias al arte de la literatura, el lector tiene una nueva vía para explorar la inquietante dimensión humana de un relato que no parece agotar sus profundos significados.