Sienosiain, Ariel
"El libro habla de la carrera como director técnico de Marcelo Bielsa, pero también de su vida fuera de las canchas. El texto, dividido en 16 capítulos, habla sobre su relación con el destino, su trasgresión y sus características tan extrañas en el ambiente del fútbol. Extrae material de una gran bibliografía, de un inmenso archivo de diarios y revistas nacionales y extranjeras, y cantidad de reportajes a amigos, familiares, compañeros, empleadores y personas que han trabajado con él. Repasa sus trabajos en Newell’s, el fútbol mexicano, Vélez y el Espanyol de Barcelona, rescatando aspectos particulares de cada uno de ellos. Recuerda sus años de técnico de divisiones inferiores, la fase de su vida de la que mejor concepto guarda, y enumera un catálogo de sus conceptos sobre el fútbol, conceptos que no han variado en sus doce años de entrenador de profesionales. Realiza un interesante hincapié en su relación con Carlos Bianchi, Juan Román Riquelme, César Menotti, Jorge Griffa (su gran mentor), Jorge Valdano, Gabriel Batistuta, Ariel Ortega y Julio Grondona. Contiene un repaso detallado de su gestión en la Selección y su decepción por la eliminación en la primera fase del Mundial Corea-Japón 2002. Por último, el libro cita a sus familiares, en especial a su hermano Rafael, secuestrado por la dictadura militar en 1977; la traumática relación de Marcelo con la fama y sus numerosas máscaras, las de un personaje que nunca quiso dar a conocer. Contiene la primera referencia al “hombre”. Un hombre apodado “loco” por su adicción al trabajo. Detrás de un ex deportista que no tiene la postura ni el andar de tal; del fanático de los Citröen; de alguien que descarta los trajes y se envuelve en ropa deportiva, sea cual sea su tarea; del apodado “Don Carmelo Batata” por su hermano, existe un misántropo que puede recluirse semanas en su campo de la localidad de Alcorta, sin otra unión social que aquella con su mujer, sus hijas y los videos de jugadas. Que públicamente esconde su costado humano, debido a que le da pudor emocionarse con gran facilidad. Y además, un ser casi consumido por la vocación, por los detalles, por querer tener una respuesta a cada inquietud.