Ryan, Cornelius
La caída de la capital del 3er Reich por el Ejercito Soviético. Fue una de las batallas más difíciles, ya que se tuvo que luchar casa por casa (a pesar de las dimensiones superiores del Ejército Rojo) hasta llegar al Reichstag, y luego a la Cancillería Alemana, donde el loco de Hitler se había suicidado. Los generales al mando fueron entre otros Zhukov y Koniev, Samsonov y Yushchuk, que estaban al mando de un ejército de 2.5 millones de soldados, 6250 tanques, 7500 aviones, 41600 piezas de artillería, 3255 cohetes Katyusha, en contra de una resistencia feroz y fanática de la tropa de la Wermacht, Juventudes Hitlerianas, viejos de la Volkssturm y soldados de otros países aliados del nazismo.