Snow, Heather
Shropshire, Inglaterra, 1817. Geoffrey Wentworth debe convertirse en Conde de Stratfordal regresar de la guerra contra Napoleón. Y una de las obligaciones del título es encontrar esposa. Para ello, su madre organiza a sus espaldas unos festejos que durarán varios días. Una de las invitadas a esta recepción es Miss Liliana Claremont, quien no gusta a la madre de Geoffrey. Liliana ha acudido a la fiesta con la intención de investigar la supuesta relación entre los Wentworth y la muerte de su padre. A Geoffrey le llama la atención y por eso la invita a ser su acompañante durante las celebraciones. Ella acepta, pero no porque él le interese sino porque lo ve como una oportunidad de investigar el asesinato de su padre.
Poco a poco irán conociéndose. Liliana verá en Geoffrey a alguien muy diferente de quien pensaba y por su lado, Geoffrey descubrirá en Liliana a una mujer valiente, inteligente y con una pasión por la química que la hace brillar entre las demás damas que ha conocido, lánguidas, aburridas y con un único objetivo en la vida: casarse.
Dulce enemigo es una novela amena, fresca y muy fácil de leer, si bien es cierto que no aporta nada nuevo, resulta una lectura entretenida. La gran particularidad que presenta viene derivada por la pasión que siente Liliana por la química y en consecuencia, sus experimentos al respecto. Tal y como lo demuestra en diferentes situaciones, no es la típica protagonista comedida y limitada a las normas de la sociedad, y es precisamente esto lo que da juego a la historia.
Por otra parte, la trama secundaria está presente en toda la historia, al principio de forma sutil porque la autora da más prioridad a presentarnos a los protagonistas y encaucar su relación, de manera que es al final cuando recae el peso del misterio de la muerte del padre de Liliana.