Blasco Ibáñez, Vicente
La tierra de todos (1922) testimonia la doble faceta de Blasco Ibáñez como aventurero y como hombre dominado por la pasión literaria. En 1910, el escritor valenciano abandonó la creación y cruzó el Atlántico para probar fortuna como colono en la Argentina. Transcurridos los años, los recuerdos de aquella empresa fracasada impregnan una historia que se desarrolla en los áridos territorios de Río Negro, en la Patagonia, y tiene como punto de arranque un asunto legendario: los terribles efectos que provocó la hermosura de Helena y que darían origen a la mítica guerra de Troya. Blasco Ibáñez, que en otros relatos ya se atrevió a rivalizar con célebres títulos literarios, recoge de la tradición clásica un asunto que le permite exponer, de forma ficcional, uno de los tipos femeninos característicos de su narrativa: el de la mujer vamp, capaz de seducir a los hombres y sembrar la discordia en el tranquilo poblado de la Presa.