Farmer, Philip José
Tal vez, de no ser llamado por el Sandalphon Macneff, Hal Yarrow hubiera pasado el resto de su monótona existencia como atón lingüista en la Unión Haijac, viviendo, al lado de su mujer Mary, la estricta y puritana vida dictada por el Iglestado bajo los preceptos de Sigmen el Precursor. Pero aquella llamada cambió su destino: su misión en el planeta Ozagen iba a sumergirle en el más extraño y fascinante de los mundos.