Kirino, Natsuo
Masako, Kuniko, Yoshie y Yayoi trabajan en el turno nocturno de una fábrica de comida preparada de los suburbios de Tokio. Todas tienen graves problemas tanto de dinero como familiares (maridos infieles, suegras discapacitadas o hijos imposibles) y se desenvuelven en una atmósfera hostil e inhóspita.
En el caso de Yayoi desemboca en el asesinato de su marido cuando éste la agrede físicamente. Masako la ayudará a deshacerse del cuerpo, ingrata tarea para la que contarán con la ayuda de las otras dos compañeras de trabajo, Kuniko y Yoshie. Juntas descuartizarán el cadáver y lo desperdigarán por varios puntos de Tokio. La policía sospecha de ellas pero todavía no tienen pruebas. Mientras tanto, un prestamista vinculado a los yakuza chantajea a las mujeres para que se ocupen de más cadáveres.