Le Carré, John
Magnus Pym , un paradigma de espías, un espìa perfecto, llega al límite de su resistencia y se aisla en su refugio secreto para analizar sus vidas -un espìa no tiene una vida, sino varias, muchas, demasiadas- en una carta dirigida a su hijo. Mientras, en el exterior suena las señales de alerta, y los recelos, sospechas y desconfianzas que forman el mundo del espionaje toman como punto de mira a Magnus Pym, que deja de ser un espía perfecto para convertirse en un traidor despreciable al que hay que cazar, porque sólo puede ser perfecto el espía atrapado, retirado o muerto.