Soboczynski, Adam
Un tipo casado que liga en una fiesta, un empleado que se busca la ruina por responder impulsivamente a un correo electrónico, un escritor fracasado, una joven historiadora del arte que pasa un fin de semana en una isla remota, un peluquero que celebra entre amigos la inauguración de su nuevo negocio o una maquetista de una revista de moda con problemas con los hombres son sólo algunos de los personajes que ilustran un auténtico catálogo de situaciones que podríamos protagonizar cualquiera de nosotros. Hilarante, ameno y agudo, pero a la vez profundo, brillante y provocativo, corresponde al lector decidir si se toma este texto inclasificable como un retrato crítico de nuestra sociedad o como un peculiar manual de instrucciones para triunfar en ella.
«Adam Soboczynski escribe frases bonitas e inteligentes como las de antaño. Algo en el tono y en el contenido recuerda a Adorno, a Walter Benjamín y a Siegfried Kracauer, aunque con menos pathos y más humor» (Tobías Becker, Der Spiegel).
«Entre las extraordinarias habilidades del autor se halla la de arrojar luz sobre los lugares comunes de tal modo que uno tiene la sensación de contemplarlos por primera vez» (Mikael Krogerus, Der Freitag).
«Este libro no es sólo sabio y astuto, sino también extremadamente cómico y elegante, delicadamente cuidado en la forma y muy ameno. Soboczynski desarrolla treinta y tres escenas tomadas de la vida misma que ilustran con gran originalidad la realidad, entre el reportaje y la miniatura literaria, entre el aforismo y el retrato psicológico» (Ijoma Mangold, Süddeutsche Zeitung).
«Un panfleto desenfadado, auténtico en la inspiración, creativo en la invención y en la forma» (Alessandra ladicicco. La Stampa).
«Una guía sui géneris para ayudar al lector a abrirse paso en la intrincada jungla posmoderna. Eso sí, siempre acompañado por una sonrisa maliciosa, ya que las historias están salpicadas de un cruel y agudo sarcasmo, de una mirada tragicómica sobre la condición del hombre contemporáneo, sorprendido en su torpe intento de hacerse un sitio bajo los focos» (Jacopo Nesti, Metrópoli).