Heyer, Georgette
Al saber que sir Waldo Hawkridge visitaría la villa, los caballeros y damas del lugar fueron presas de una viva agitación: ¡el famoso deportista, heredero de una inmensa fortuna, y figura principal de la sociedad londinense, sería por unos días uno más entre ellos!Los jóvenes idolatraban al Sinigual; los padres lo desaprobaban y madres e hijas lo veían como el mejor y más escurridizo partido de todo el reino.Pero una persona permaneció tranquila. Desde que decidió ser institutriz, Ancilla Trent había dejado de lado los romances, y, al principio, el revuelo sólo le divirtió. Pero cuando sir Waldo ignoró a las bellas del lugar, hizo un descubrimiento sorprendente: ¿estaba cortejándola el famoso caballero?