Soler, Bartolomé
Esta novela se basa, como gran parte de la literatura española clásica, en un viaje. El autor presenta a un mendigo, mezcla de pícaro y pordiosero, que atraviesa Castilla de uno a otro lado, buscando un lugar íntimo, una familia, un ambiente y una vivienda que le acojan sinceramente. Sus encuentros con los personajes del camino, nos recuerdan aquellos del "Lazarillo de Tormes", y su vida se parece a las famosas de nuestros andariegos del siglo de Oro. El lenguaje, diálogos y descripciones, son certeros y ricos en matices. El único reproche literario que se podría hacer es cierto "alejamiento" del escritor, que obliga al lector a no apasionarse demasiado. Un abundante pesimismo invade el libro.