González Cremona, Juan Manuel
Marx propugnó la abolición de la herencia y pasó la mitad de su vida esperando la muerte de su madre para heredarla; Hitler sólo quería ser pintor; Mussolini se desgañitó durante años invitando a la juventud a «vivir peligrosamente», pero, cuando le llegó el momento de luchar, sólo atinó a huir disfrazado de cabo borracho. Nerón no incendió Roma; Lucrecia Borja no envenenó a nadie; Picasso convivió amigablemente con los nazis que ocupaban París; el príncipe Carlos de Inglaterra expresa en la intimidad curiosos deseos... Más que un libro, este volumen es una caja de sorpresas. Nos muestra la cara oculta de protagonistas de la Historia; destruye mitos, pulveriza tópicos, y, por encima de todo, nos permite realizar el más peligroso y excitante de los viajes: el que conduce a las profundidades del alma humana. Un libro para leer.