Doyle, Roddy
A menudo la madre de Henry dirigía su mirada al cielo y recordaba a sus otros hijos, a los que había perdido, a los que, según la leyenda, se habían convertido en estrellas que titileaban en la oscura noche de Dublín. El, el tercero de sus hijos y el primero que sobrevivió, no corrió la misma suerte, no podía ser uno más de esos destellos con apenas un nombre. Henry Smart nació decidido a no dejarse vencer jamás por nada, a no permitir que ningún ser humano se atreviera a sentir lástima por él Hijo de una joven que envejeció demasiado deprisa y de un matón con pata de palo por el que sólo siente un profundo desprecio, Henry aprenderá desde crío a sobrevivir por su cuenta en una ciudad sucia y hostil, poblada por delincuentes, camorristas y marineros en busca de alcohol y sexo. No habrá tarea difícil ni imposible para él: atraer vacas a los mataderos, cazar ratas para las peleas de perros, acompañar a los mendigos y robar entre las multitudes. Y con apenas catorce años, luchará en las calles como parte integrante del Sinn Féin, junto a gente como Michael Collins pero también al lado de miles de irlandeses a quienes la historia olvidaría. Pero sobre todo, Henry aprenderá a no olvidar jamás sus orígenes ni la dignidad de cualquier ser humano por encima de cualquier causa, o de cualquier diferencia social.