Wallace, E. W., Kelley, W. y
Samuel es un niño nacido en el seno de una familia Amish, una congregación que vive apartada y sobrevive lejos de la tecnología, los electrodomésticos, cualquier vestigio de comodidad, relación con el presente y, por supuesto, modernidad. Pero un día el pequeño viaja con su madre a la gran ciudad y allí, en unos aseos públicos, ve cómo se comete un crimen. Inmediatamente, el pequeño se convierte en un testigo peligroso. El policía que lleva el caso sabe que ha de proteger a ese testigo, y para ello ha de luchar contra el pacifismo de su comunidad natal. Poco a poco, va conociendo a los Asmish y hasta llega a enamorarse de la madre de Samuel.