Davenport, Marcia
La protagonista de La imagen constante, Harriet Piers, joven y hermosa americana, pasa un invierno en Milán inmersa en el alegre y brillante mundillo de la alta sociedad. Su relación con Carlo Daverio se inicia como simple episodio galanteador, y deriva en una gran pasión. Pero Harriet no ha tenido en cuenta la fuerza de una vieja sociedad celosa de sus privilegios y contraria a cualquier intromisión extraña. La autora analiza dos tradiciones en conflicto, cuyas consecuencias obligan a los amantes a un esfuerzo de comprensión mucho mayor del que se les hubiera exigido en otras circunstancias.