Power, Susan
Y Herod Escaramuza, el que encontraba los objetos perdidos y las respuestas a todas las preguntas, le dijo a Harley Soldado-del— Viento: «Hay dos clases de bailarines de la hierba. Está el bailarín que prepara el terreno para el powwow, al estilo tradicional, y pisotea la hierba hasta allanarla. Y está el bailarín espiritual, que desea conocer los secretos de las hierbas altas imitándolas y moviendo su cuerpo al ritmo del viento». Es a esta segunda danza a la que se refiere la novela de Susan Power. Un baile que es una compleja forma de arte y, al mismo tiempo, una resonante metáfora de las relaciones entre los hombres y la naturaleza. Es la danza de la hierba el hilo de Ariadna con el que Susan Power teje esta vibrante exploración de unas vidas imbuidas por el mundo de los espíritus. Porque entre los sioux, los vivos siguen en contacto con el espíritu de los muertos y los antepasados tienen tanto que decir sobre el día a día de sus descendientes que, muchas veces, los ahogan con sus viejos pesares y sus sueños de venganza. Harley tiene el corazón vacío, un gran hueco se ha instalado en su pecho porque su madre nunca le ha dirigido la palabra desde que muriera su padre. Calabaza, la joven bailarina que descubre el espíritu secreto de la hierba, tratará de vestirle el corazón. Pero las turbulencias de los espíritus ancestrales se interponen y Harley deberá desvelar el laberinto de un siglo y medio de amor y de traición para ser libre. Pasado y presente se Rinden en un relato donde guerreros y borrachos, brujas y hechiceros, amantes y malqueridos cumplen sus destinos en el majestuoso marco de las Grandes Llanuras, donde mito y realidad se Rinden para cautivar al lector en una trama de pasiones atemporales.